lunes, 28 de octubre de 2013

Lou Reed - "Lou Reed"



Como muy bien decía Chals en su blog, la Velvet Underground puso el contador del rock a 0.00, una sentencia inapelable y rotunda, además de verdadera. El por qué algún día tenían que ser importantes hay que buscarlo en que las canciones eran tan simplemente buenas, y los tipos tenían tanto genio e ingenio, que ningún poder sobre la tierra podía ocultarlas para siempre a los oídos de tantos elegidos que deseaban ser iniciados e iniciarse en la vida "de otra manera". El debut de Lou sobrevino en el año 1972, y fue grabado en Londres por músicos muy en boga en aquella época, caso de Esteve Howe o el mago de los teclados Rick Wakeman. El grueso del álbum lo componen 8 relecturas de temas que ya había grabado o tocado con la Velvet, y para mi gusto no tienen la frescura venenosa y la enjundia de las primeras recreaciones velvetianas...especialmente en el caso de "Ocean".. y tampoco es que le grabaran muy bien la voz en esta ocasión. Resulta curioso cómo la influencia de Dylan parece más diáfana en esta nueva versión de las canciones.

No es muy apreciado este disco, y sin embargo su validez artística para mi está fuera de toda duda. Gana con las escuchas, y sobre todo si uno consigue abstraerse de lo ya escuchado con anterioridad. Con un poco de atención se adivina buena parte del devenir discográfico futuro de Lou Reed. Quizás estemos un poco lejos todavía del Gospel desolado de cemento y acero de "Berlin" (todo y que precisamente la canción homónima debuta precisamente entre estos surcos), pero qué disco de cualquier artista de la época no estaba a millas de distancia de Caroline y Jim....no tanto de las lentejuelas de "Transformer", su siguiente y magnífico primer gran disco. La otra canción nueva, "Going down", es cojonuda, puro Reed, con una de esas letras tan jodidamente especiales en las que Lou describe como nadie esos estados de hundimiento y desesperanza como si fuera un suicida en su momento de lucidez.

Respecto la Velvet las intenciones han cambiado, un asunto acusado en un tipo cambiante y permutante por definición como Lou, pero el primer gran cambio se refiere sobre todo a la envoltura, a los sonidos que cristalizan las de alguna manera "nuevas" canciones de Reed. Está claro que Lou quería salir del underground, y que sus composiciones fueran escuchadas, desde luego sin tener que vender su alma al diablo y siempre al dictado de su voluntad. Un bonito inicio en definitiva para una carrera espectacular, tan espectacular en sus momentos álgidos como en los más bajos, ya lo saben ustedes muy bien.


4 comentarios:

Gonzalo Aróstegui Lasarte dijo...

Me cito, si me lo permites, Scott (la entrada es del año pasado): "A pesar de que las versiones grabadas por la Velvet que se conocieron posteriormente —descartes que no llegaron a formar parte de ninguno de los cuatro álbumes en estudio que el grupo editó en vida— de canciones como I Can't Stand It, Walk And Talk It, Lisa Says, Ride Into The Sun u Ocean, son, en mi opinión y entroncando con lo expuesto arriba, más especiales, un disco que cuenta con semejantes composiciones, además de la primera versión de Berlin, la preciosa Going Down u otras revisiones velvetianas como las de I Love You y (ésta, magnifica) Love Makes You Feel, no puede ser sino un muy buen elepé, reticencias aparte. Quizá aquí las comparaciones cobren demasiado peso; quizá el pasado y el futuro sean demasiado brillantes; quizá, en definitiva, no seamos justos con un álbum ante el que, aislado, caeríamos de rodillas. O quizá no tanto, pero que, desde luego, escuchado del tirón resulta muy notable. Lou Reed es el comienzo de una aventura sin par en el que ya se encuentran, además, muchas de las pautas que el neoyorquino desarrollará durante los siguientes treinta años. Así que si, como decíamos, es lícito ver en el debut de Lou Reed una obra de transición o de perplejidad, este análisis no debe hacernos negar la realidad: el material aquí contenido es de primera, y muchos artistas pagarían por escribir canciones tan sentidas". Coincidimos mucho.

Un abrazo.

Scott St. James dijo...

Coincidimos mucho, totalmente y en lo esencial.
Ahora voy a repasar tu entrada al respecto, granuja.
Cheers!

Juanjo Mestre dijo...

Me enteré hace relativamente poco tiempo de que eran descartes velvetianos por Gonzalo, y ello después de muchos años siendo uno de mis discos favoritos de Lou Reed aunque nunca se le cite como tal. Por lo demás, yo solamente os digo en todo esto a uno y otro amén.

Scott St. James dijo...

Aupa Kozmic Joh,
Yo conocía las versiones de la Velvet antes de escuchar el primero de Lou, ya que me pillé la majestuosa caja recopilatoria veltiana casi cuando salió, en los 90´s (artefacto imprescindible y me quedo corto) mucho antes de escuchar el debut en solitario de Reed. Es cojonudo que lo escucharas sin las referencias anteriores, y por tanto, sin ataduras sónicas. Realmente es un disco muy bueno.
Cheers!